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No es un secreto que la tendencia en nuestros tiempos, conversando de la estética corporal, sea el de estar delgado y con algunos músculos marcados. Aquellos cuerpos de grandes curvas pronunciadas en las mujeres, han pasado de forma concluyente, a un último escalafón de belleza. La práctica entre hombres y mujeres es ahora estar en tallas pequeñas, hacer largas jornadas de ejercicio y tener una dieta bastante baja en calorías.
Tampoco es un misterio que hoy en día las parejas jóvenes deseen postergar los hijos o simplemente no considerar tenerlos dentro de su plan de vida, a causa de metas personales y profesionales o simplemente, porque no se sienten preparados de adquirir dicha responsabilidad.
Muchas mujeres han decidido “romper” un poco las reglas que nos encasillan por estas épocas: han elegido estar a gusto con su cuerpo, vestirse de acuerdo a este, comer de forma saludable pero a gusto, comer un helado de vez en cuando sin que esto sea un gran pecado, tener rutinas de ejercicios en casa o por fuera que estén totalmente afines con las ocupaciones de su vida real.
Otro tanto han decidido libremente y de forma consciente, aumentar varios kilos de más, permitir que su cuerpo cambie drásticamente en un periodo corto de tiempo, asumir malestares y cambios físicos que en ocasiones las incomodan, aumentar responsabilidades, desprenderse y postergar metas personales y profesionales, liberarse de egoísmos, donarse enteramente a un nuevo ser y por si fuera poco, combinarlo con su vida laboral.
Yo, me identifico con estas mujeres orgullosas de su feminidad, que se miran al espejo y buscan diferentes vestuarios que la hagan sentir cómoda y sexy, que se maquillan o tratan de verse diferente dependiendo el evento al cual asistirán, que entienden que no hay que gastar grandes sumas de dinero para vestirse a gusto, que se levantan cada mañana pensando en ellas, en el bienestar de su familia y de los que la rodean, vanidosas de poder dar vida, que se sienten totalmente a gusto con su belleza física, capaces de transmitir a través de su estética y sus ornamentos: ¡Soy Atractiva!